El alcohol es la droga de abuso más consumida en el mundo, estimándose que un 5 % de las muertes totales a nivel global están ligadas directa o indirectamente al consumo de esta sustancia adictiva, lo que genera un elevado coste socioeconómico y supone una importante amenaza para los sistemas de salud pública. Los perfiles de consumo difieren en función de diversos aspectos, como la cultura social, el estatus económico, el sexo y la edad. El consumo tipo binge drinking, que se define como un consumo abusivo y excesivo de alcohol en un periodo corto de tiempo, es el más practicado por adolescentes y jóvenes adultos, edades altamente susceptibles a los efectos perjudiciales del consumo de alcohol. Es especialmente preocupante que las consecuencias inducidas por el consumo de alcohol en estas etapas tempranas de la vida se pueden perpetuar en la edad adulta y la vejez…